"Cuaderno"

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Mi elemento natural: papel y birome

domingo, 18 de julio de 2010

FRIO-CALOR-FRIO

La naturaleza cambiante, mutante del medio que me rodea siempre fue un motivo de obsesión. Nunca sufrí mucho el frío; si el calor. Cuando el clima da uno de esos saltos bruscos y pasa de la amabilidad otoñal a las inclemencias del invierno, mi cuerpo no lo tolera esos primeros días. La sensación de no soportar las bajas temperaturas se empata con las que le conciernen al verano, y durante unas cuarenta y ocho o setenta y dos horas estoy confundido. Extraño lo que detesto, detesto lo que me agrada, soy esquizofrénico por unos momentos. Mientras tanto la ciudad prosigue con su rutina de mareas humanas, emulan al mar tan lejano. Maremotos que colapsan los trenes y colectivos, autopistas que se saturan de cápsulas móviles, contenedoras de almas. Tanto silencio entre el intolerable ruido de motores y frustraciones. El silencio.


Caen las hojas de los árboles, las veredas se tiñen de marrón, lo cotidiano se vuelve barroco. El sol se hace rogar un poco más conforme avanza el calendario. Sin embargo, los diarios siguen llegando al mismo horario, los hombres coquetean con un quiebre que no harán en su rutina. Escasea el papel prensa/frazada para aquellos que no gozan del merecido techo. Se potencian los sentimientos, la gente no sabe hacia donde recurrir para consolar su termostato.

Surgen nuevas posibilidades de refugios. Yo elijo un libro de historia cinematográfica, sobre el expresionismo alemán, y juego a inventar mundos en mis sábanas, en mi cama. Todo lo demás que haga en el día, hasta llegar a ese momento, será el prólogo extenso de ese instante sublime en el que accedo a realidades paralelas.


ANEXO 1: “Sobre la telekinesia”

La telekinesia es el poder para mover objetos con lamente. No es un don ni mucho menos. Todos pueden hacerlo, con la suficiente práctica.

Primero hay que despejar la mente de prejuicios y cualquier otro pensamiento. Se es uno con el objeto. Después, solo hay que moverlo. Como se mueve un dedo, se mueve el objeto a distancia. Así de simple y complejo es.